Todos los pueblos ancestrales del mundo han tenido héroes civilizadores, guerreros solares que han organizados a sus comunidades. En las selvas entre Colombia y Brasil, en la región del Vaupés (que hasta inicios del siglo XX era solo colombiana), vive entre la tradición de sus habitantes la historia de Yurupary.
Este héroe, hijo del Sol, fue concebido por Seucy, una mujer virgen que comió de una fruta prohibida. Su misión era enseñar las leyes solares a su pueblo.
A finales del siglo XIX, Maximiano José Roberto (de ascendencia indígena Tariana) escribió esta leyenda en lengua Ñe'engatú, que luego fue organizada, traducida al italiano y publicada por el italiano Ermanno Stradelli en 1890 en el Bolletino
de la Societa Geographica de Roma.
Esta valiosa herencia ancestral ha sido muy poco promocionada en los círculos educactivos y culturales de Colombia y Brasil y solo hasta muy recientes años se le ha dado la importancia que se merece.
La versión del libro que se comparte fue realizada por Héctor Orjuela en 1983 junto con el Instituto Caro y Cuervo (con traducción de la leyenda del italiano por Susana N. Salessi). Además se incluye el texto "Yurupary: Epopeya Indígena Suramericana" donde Héctor Orjuela hace un análisis del origen de la leyenda.
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